Errar es humano, perdonar es divino.


¿Por qué nos cuesta perdonar? Aunque parezca que el paso del tiempo, nos hace olvidar o resignarnos ante situaciones negativas, el perdón se esconde y no se vuelve real, si es que dentro de nosotros cultivamos sentimientos de odio y rencor (que admitimos en soledad) por aquello que nos ocasionó momentos de infelicidad. Cualquier circunstancia que hayamos experimentado en la que el sufrimiento nos destrozó, se convierte en la ocasión para perdonar. Entonces perdonar, además de ser un acto inteligente también es sincero y verdadero. No basta con pedir a Dios que logremos perdonar, lo importante es creer que perdonando a otros, también nos estamos perdonando a nosotros mismos, porque nadie está libre de errores. Dejemos dar vuelta a la página y queramos de corazón otorgarnos el perdón a nosotros y a los demás. Recuerda que el perdón es un sanador espiritual.